miércoles, 9 de septiembre de 2009

Podría estar con el

naufragrando por el mar de mis propias lágrimas,
moribunda y perdida entre tu olor,
entre tus brazos,
entre la sensibilidad de tu piel,
entre tus rincones más íntimos y húmedos,
más acogedores, más limpios,
y es que nunca me has besado con tus labios de algodón.
Nunca, con un beso que no fuera de verdad.
Nunca, un beso a medias.

Podría estar con el,
llorando por dentro porque no te encuentro,
aunque te busco,
desesperadamente.

Podría estar con el,
viendo tus ojos en los suyos,
buscando tu olor más allá el horizonte,
en el fín del mundo.